05 septiembre 2006

Detector de sonrisas.

Estaban todos, los de siempre, reunidos sin razón alguna, hablando de cosas triviales o medianamente importantes. De pronto un comentario absurdo y estalla la risa generalizada. Ferchu, que estaba en el grupo también rió, pero un pensamiento fugaz que pasó por su cabeza le hizo hacer algo distinto. Apenas terminó la risotada general, contó cuanto tiempo tardó en borrase aquella supuesta expresión de felicidad de su rostro y se sorprendió del resultado: miserables 4 segundos. ¿Por qué tan brusco? se preguntó. ¿Acaso fue falso?
Estuvo varios dias pensando en el tema y analizando las circunstancias; no podía creer que su vida estuviera tan llena de sonrisas falsas. Sintió que se había dejado llevar por la popularidad y estaba llenando hasta su propia sed de sonreir con momentos que no lo merecían en verdad. Veía lo mismo en mucha gente que lo rodeaba, y le dio tristeza ser el descubridor.
Pasaron muchos días, hasta que Ferchu encontró reales motivos por los cuales su sonrisa se dibujaba sin borrarse por horas. En aquellas circunstancias encontró la bondad, la paciencia, la amistad, la felicidad y un montón de detalles que no había tomado en cuenta antes, pero que ahora brillaban más que nunca. Mas bien, no había sido capaz de apreciarlos de la manera en que lo estaba haciendo en aquel instante. Aprendió que regalar una sonrisa real lo hacía más feliz que la sonrisa misma. Aprendió que también son un alimento, que no se puede olvidar.

Ayer se acercó a mi y me preguntó si yo reconocía mis sonrisas falsas de las verdaderas, y yo le respondí que sí mientras le sonreía. Entre ello me pregunté: ¿podrá él reconocer si la mia es verdadera o falsa?

Creo que no necesito preguntarles algo en particular esta vez.... la lección la pueden encontrar solos.
Me despido.

"Oh Ferchu, falta tanto por aprender... sólo te queda no olvidar y seguir tu sendero."

2 Comments:

Blogger GaB dijo:

No se nota en los dientrs... se nta en los ojos

10:29 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo:

Habemos personas que en verdad reimos sin parar ante el mundo; reimos alegremente, vigorosamente. Los que nos rodean tb rien por ello y gozan con el momento. Pero a veces no nos damos cuenta que dentro de nuestras almas talvez la cosa no es asi.
¿Acaso sabes tu mirar dentro de los ojos?

6:06 p. m.  

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